Tener claro en el presente por qué se es y se hacen las cosas y no confundirlas con las circunstancias del lugar o de la gente donde uno se encuentre.
Puede ser fácil dejarse llevar y con esto olvidar el impulso primigenio; esto es válido cuando existe una evaluación y análisis de nuestras acciones pero el sólo reaccionar a la sintonía es perjudicial.
sábado, septiembre 01, 2007
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