miércoles, febrero 22, 2006

Silencio

El silencio es especial, el silencio no es lo mismo que callar, el silencio no es lo mismo que no hablar. Porque el silencio en sí es una acción libre, es una vida propia, mientras el callar es una represión es un no fluir, es tapar lo que queremos decir.

El no hablar es una opción, el silencio es vivir, es fluir. Siempre bajo el ruido se puede percibir el silencio, pero en el no hablar, en el callar el silencio desaparece y no se encuentra porque uno ha bajado de donde debe estar para poder estar con el silencio.

Uno no siente el silencio, el silencio no se aprecia porque uno es silencio; el silencio no es conocido ni desconocido sino que es incognocible lo cual es maravilloso.

Al final el silencio es y todo está bien, y cuando el silencio no es, ya nada existe.

sábado, febrero 11, 2006

Tres Fuentes

El hombre debe dedicar su vida a tres frentes, no debe dejar una por otra ni concentrarse sólo en una; cada actividad que emprendemos nos sirve para crecer en alguna(s) de estas y dependiendo del punto de vista será el provecho y el crecimiento personal que logremos.

Cada día se debe cultivar la mente, el espíritu y el cuerpo. Cada actividad que realizamos nos hace crecer en alguna de estas tres fuentes, y constantemente es necesario irlas llenando las cuales nos darán nuestra mirada de la vida. Es deber buscar un equilibrio entre ellas, ya que este equilibrio no será estático sino que será progresivo, nos permitirá mejorar y aumentar la visión que tenemos de lo que nos rodea y nos permite avanzar.

El más importante es la fuente espiritual, ya que es propia, es sabiduría, es silencio y es oración; el espíritu es necesario para iluminar el camino de las otras dos, sin embargo, para qué nos sirve el espíritu si no tenemos mente y maltratamos nuestro cuerpo.

Hay muchas formas de aprender y la mejor es estar atento a las enseñanzas de la vida, de las grandes y pequeñas cosas que nos suceden podemos extraer enseñanzas y formarán parte de nuestra experiencia, esto es importante porque el conocimiento esencial es aquél que proviene de nuestra experiencia.

En lo personal prefiero callar y aprender de los que hablan que hablar y demostrar lo que sé. Aprender de los que hablan significa escuchar la sabiduría, la experiencia del otro, el consejo que es bienvenido; cuando se escucha no hay que mirar edades, sólo experiencias; las edades son temporales y finitas, las experiencias son atemporales e infinitas.

Por último, un buen consejo es guardar silencio y volverse un observador y volverse lo observado*, mejor dicho, ser silencio, ser observador y ser lo observado.




* J. Krishnamurti