jueves, octubre 29, 2015

Voluntad

Apuesto que 1000 hombres o mujeres se ofrecerían en este instante para realizar un trabajo voluntario que reemplace un trabajo remunerado. 

Es posible que una taza de café cueste lo mismo o poco más que un libro de poemas? Es correcto que aceptar que se restrinja el acceso a lo que es natural? Comer es natural para el Hombre, inherente y necesario para sobrevivir entonces me pregunto si cobrar por acceder a comida es justo? Es válido? Aquél que no cuenta con los requisitos inventados y exigidos quedará excluido, quedará en hambre cuando la condición natural es recurrir a la naturaleza para proveer alimentación. Aquel de menores recursos se limitará, por las limitaciones de su entorno a un exilio de lo que le corresponde por vivir. Aquellos que se adueñan de lo natural y cobran por su acceso están en contra del principio de la vida, la cual entrega generosamente a quien trabaja, a quien siembra para cosechar. Apuesto que más de 1000 voluntarios se encuentran en este momento para un solo trabajo de labrador, agricultor o campesino cuya labor asegure la subsistencia futura de sí mismo y de sus semejantes. 

Y entonces por qué aceptar un sistema que se aprovecha de la generación de valor para inventar ganancias. Como si la complejidad de la tierra nos fuera cobrada directamente al vivir. Sistemas mucho más complejos se mantienen simultáneamente y no requieren retribución, complejidades inexploradas nos mantienen con vida y no requieren retribución para unos pocos. 

Y el problema no es que sean pocos o muchos, el problema es que nos vemos unos a otros sin decir ni hacer nada. 

viernes, octubre 16, 2015

Olvido

Recuerdo el momento cuando olvidé.
Estaba soñando, al despertar salí corriendo como un acto reflejo.
Como una casería, corrí como si aquello que persiguiera me estuviera persiguiendo.
No entendí por qué corría.
Solo sentía que debía hacerlo con todas mis energías.
Miraba al cielo y hacia atrás, pero corría hacia adelante.
Mis piernas se ocuparon del suelo, mi torso de lo demás.
No había un fin pero tampoco un cansancio.
Cuando lo olvidé, no volví a correr.
No volví a perseguir.
Ahora lo recuerdo, pero es solo un recuerdo.