En un pueblo vivía un niño, que tenía a sus dos padres que lo querían mucho. Este niño no era rico pero tampoco pasaba sufrimientos, nunca pasó hambre ni le faltaba dinero para comprarse lo que necesitaba.
Sus padres eran complacientes con él, le hacían toda clase de regalos, desde ropa y comida hasta los últimos juguetes, A él le gustaban mucho estos regalos aunque a veces se sentía un tanto mal por sus amigos, pensaba por qué a él le tocaba eso, se sentía mal por de repente tener más cosas que sus pares, algo que pasaba desapercibido por sus padres y sus amigos, y muchas veces también por él mismo.
Este niño pocas veces pedía algo, la mayoría de las veces eran sorpresas las cosas que le tocaba recibir, en este sentido no le gustaba mucho mostrarlas y menos se le ocurriría pedirlas en forma directa, sin embargo, un día le gustó algo, una bicicleta. Nunca había tenido una, y le gustaba la idea de tener una, se imaginaba andando en ella pero no le desesperaba tenerla, solo era un pensamiento en su cabeza, era solo que le gustaría tener una bicicleta.
Entonces le contó su inocente pensamiento a sus padres, ellos muy contentos de haber escuchado el deseo de su hijo no tardaron en juntar dinero para cumplir el sueño de su hijo, y al cabo de un tiempo decidieron comprársela.
Ese día, le dijeron:
- Te tenemos una sorpresa.
El niño pensando para sí mismo, ya sabía bien lo que eso significaba, al fin tendría una bicicleta, por lo que se mostraba espectante y contento a la vez, sentía un extraño nerviosismo por el inminente regalo.
- Y qué es -preguntó ya sabiendo la respuesta.
Y sus padres le mostraron su nuevo juguete, su nueva bicicleta. El niño muy contento los abrazó y les dió las gracias por el regalo, porque era un niño agradecido de las cosas que le tocaban, y se subió a ella para andar tal como había imaginado. Mientras andaba en ella y sus padres lo miraban y veían la felicidad que demostraba el niño, éste sentía por dentro una extraña felicidad, mejor dicho una felicidad incompleta, un extraño sentimiento de no felicidad con la cosa que había pensado, deseado y obtenido de sus padres. Se preguntó cómo no estaba completamente contento si ya tenía lo que él quería, entonces tuvo que reflexionar un poco más, y se dió cuenta de que no estaba contento, y en ese momento se volvió inmensamente feliz.