miércoles, marzo 12, 2008

Reloj de Arena

El hombre está constituido por tres partes, tiene su pasado, se tiene a sí mismo y tiene su futuro.

El gobernador se preocupa de su pasado, pone poca atención en su futuro y se olvida de sí mismo para mantener lo que ya construyó; es difícil que deje alguna cosa de lado ya que para él su pasado debe mantenerse como fue y no cambiar, no mira el futuro y no se mira a sí mismo. Si se le preguntara qué es lo más importante su respuesta sería: las personas y las cosas que tiene alrededor, lo que constituye su pasado y se preocupa constantemente de mantener intactos.

El vividor se tiene a sí mismo para pasar una y otra vez sobre el presente, ha olvidado su pasado y no tiene noción de su futuro, su preocupación sí mismo, tiene noción de estar bien en el presente pero aún no comprende la base de esta preocupación, es hábil para sortear las vicisitudes de la vida, su experiencia proviene del presente y si se le preguntara qué es lo más importante su respuesta sería: él mismo.

El explorador, visionario y soñador preocupado del mañana y el futuro, tiene poca noción de sí mismo y ha olvidado cómo llegó a ser un soñador porque olvidó su pasado. Su preocupación de largo plazo lo hace ignorar su entorno que conforma su pasado y presente. Si se le preguntara qué es lo más importante se respuesta sería: el futuro.

Estas tres instancias viven en los individuos (la humanidad), cada ser es regido por una entidad más que por otra, y cada una con cosas positivas y negativas.

Para vivir uno debiera tener en consideración las tres partes.

Su pasado, rescatar y no olvidar lo importante y tener la capacidad de dejar atrás las cargas innecesarias, el gobernador tiene una gran mochila al preocuparse por cada cosa de su pasado, nosotros debemos gobernar sobre lo necesario tanto para nosotros como para los demás mantener en la mente lo importante y saber crecer de acuerdo a lo que hemos aprendido y lo que nos acompañará, tener la capacidad de dejar el pasado tranquilo, ya que las cargas innecesarias son las que nos hacen olvidarnos de nosotros mismos.

El presente, considerando dos ideas importantes:
  • saber vivir el presente sabiendo que habrá un mañana y,
  • saber vivir el presente sabiendo que hubo un ayer.
Con esto sabremos que las cosas que hacemos en la vida tienen un sentido en la existencia para nosotros y para los demás. Tenerse a sí mismo para enfrentar el presente sin olvidar el pasado ni perder de vista el futuro. El vividor debe detenerse en su presente cada vez que sea necesario, no puede aceptar los reveses así como así, las causas de lo que vive están claras en alguna de las acciones que tomó en el pasado, y su deber es remediar sus actos pasados haciendo bien las cosas en el presente y en el futuro. La dependencia a sí mismo para vivir es su gran aliado y esto constituye la seguridad futura.

Sobre el futuro, es preferible guardar silencio.

Las tres partes hay que mezclarlas como la estructura de un reloj de arena, el pasado es donde va quedando la arena que pasa por el angosto presente del ahora, la angostura es uno mismo que apenas alcanza a concebir o dimensionar por lo que vive, y el futuro es de donde cae la arena hacia el pasado, que viene sin treguas y en concordancia con lo que ya ha caído (lo que hemos vivido).

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