- ¿Y por qué el maestro no contesta a mis preguntas?
- Porque él no conoce tus respuestas.
Esperar a que el aprendiz encuentre sus propias respuestas aunque el maestro conozca las propias; cada pregunta tiene una respuesta y cada respuesta una razón.
El maestro aprendió en algun momento que es más simple ser ignorante que sabedor, que para empezar a aprender es necesario no saberlo de antes, y que cualquier vez que se emprende un camino se empieza con el primer paso y no más adelante. Por eso no habla más de la cuenta ni escucha lo que no le interesa; por eso es que no contesta a las preguntas, porque no son sus respuestas las que se deben oir.
El silencio es la contemplacion del ignorante y también la contemplacion del que sabe. Es el mismo silencio para los dos, es compañero del maestro y del aprendiz, pero mientras uno lo escucha el otro le habla. Las respuestas a nuestras preguntas las tenemos nosotros mismos y las hacemos en el momento en que estamos listos a aprender de nosotros mismos.
miércoles, julio 19, 2006
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