Conformismo

El hombre se mira a sí mismo y se complace o se rechaza, en ambos casos tiene una imagen de sí mismo con la cual comprarse. Si le complace lo que ve entonces disfruta, se alegra y se conforma porque tiene lo que quería, el verse como se imaginó alguna vez. Si se rechaza se esforzará por complacer la imagen de sí mismo que tiene en su mente, tratará de actuar en la forma que él imagina le traerá felicidad, entonces llegará en algún momento a complacerse y disfrutará admirándose.

Aquellos que no tienen una imagen ideal de sí mismos son libres, no se atan a situaciones ni a acciones, no se conforman, son infinitos en su pensamiento, vagabundos en la felicidad donde siempre tienen lo que no esperan y agradecen lo que no tienen, porque así la elección no es tal, y el camino está bajo sus pies, en la tierra.

Pienso que tener una imagen de uno mismo es perjudicial y dañina, no necesitamos saber lo que queremos proyectar a los demás, debemos saber qué estamos proyectando a los demás pero para conocernos a nosotros mismos, no para rectificar a la imagen que queremos de nosotros mismos.

Sin una imagen idealizada de nuestras vidas los límites no existen.