Al sufrir se olvida todo, sólo queda el pensamiento extraño que hace daño. No lo harán por ti a menos que seas importante y si no lo eres entonces deberás sufrir, comer el polvo y mascar el orgullo como alguna vez aprendiste a hacerlo por quien amaste.
Lenta respiración, lento sufrimiento, lenta agonía de dos caminos que no se separan, dos caminos que siguen y llevan a la misma parte pero que cada día se hace más difícil mirar de uno a otro.
La confianza no parte en un punto, aparece de lo invisible que son las relaciones, aquellas que matan, aquellas que duelen, aquellas que aplastan lo hermoso que el tiempo ha cubierto con flores porque en una tumba olvidada ha sido enterrado el tesoro más grande jamás revelado.
martes, mayo 15, 2007
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