domingo, enero 08, 2006

Irreemplazables

Sólo existen las personas adecuadas en los momentos adecuados, no son las únicas que pueden hacer las labores que por destino les toca vivir día a día. Si se piensa en esto el orgullo que se puediera sentir por las labores cumplidas y los trabajos fructíferos que se realizan tiende a desaparecer y a surgir un factor de agradecimiento por las cosas en que nos permitimos participar.

Es verdad, somos únicos e irremplazables, pero cada uno dentro de sí, y no como aporte a una sociedad; si bien las condicionantes de cada cual nos hace diferentes para tomar decisiones y ejecutarlas, debemos recordar que no necesariamente es la única forma de hacerlo ni la mejor. Por esto, diferentes personas pueden hacer lo que nos toca a nosotros de una forma mucho mejor que nuestro mejor esfuerzo, esto es un llamado a la superación y al mejoramiento de nuestra calidad de vida, cultura, educación, conocimientos, y aquellos puntos en que podamos crecer como individuos y aportar a los que nos rodean.

Creo que si alguien se cree imprescindible está equivocado, si bien puede ser el único que puede actuar con su forma de ser, no es imprescindible para una sociedad.

Aquí hay una cosa muy importante y es que como sociedad debemos dar amor y las posibilidades a todos aquellos que forman nuestro entorno, para que así cualquiera que le toque cumplir con sus tareas sea capaz de hacerlo y cuente con la confianza propia y de la sociedad puesta en sus individuos. El esfuerzo es confiar en que cada uno, desde donde esté, está realizando su aporte de la mejor forma posible.

Prefiero despertar antes que soñar con la cosecha, prefiero mil veces mil soñar con la siembra.

1 comentario:

Beatriz Valenzuela dijo...

muchas gracias diego por tu comentario... ahora bien: " prefiero mil veces mil soñar con la siembre" es potente.

saludos
bea