El que acostumbrado está a recibir lo que da, no puede ver lo que recibe, porque sus ojos sólo miran en una direción.
El que acostumbrado está a no recibir de nadie por nada, tiene un gran vacío en él; por eso es bueno recibir y dar en la justa medida, la cual (la justa medida) es siempre clara.
La vida es un continuo, no se espera recibir ni se espera dar, cada momento toma de nosotros lo que podamos dar. Y al recibir sólo agradecer.
martes, mayo 01, 2007
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2 comentarios:
dicen que amarse no es mirarse a los ojos sino mirar en una misma dirección...
Bonito comentario, gracias.
Saludos,
Diego.
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