Por sus actos los conocereis

Las personas no pueden conocerse por otra cosa que no sean sus actos, nos podemos engañar hasta a nosotros mismos con nuestros pensamientos y sentimientos pero no podemos actuar de otra forma que como lo sentimos en nuestro interior. Nuestras reacciones dicen mucho, nuestras actitudes nos delatan para bien o para mal nuestra forma de ser es nuestra carta de presentación.

Pensemos que la primera impresión que uno tiene de una persona es lo que generalmente hace, es decir, si tenemos la impresión de que una persona es enojona por ejemplo, la mayoría del tiempo estará enojada, por lo que la probabilidad de conocerla como enojona es mayor que las demás posibilidades.

Ahora nuestras actitudes y comportamientos no son aislados, no podemos pensar que nuestra forma de vivir no incluye o influye en los demás, afectan a nuestro entorno, por lo que si queremos vivir bien, en busca de la felicidad y en armonía, tratemos de hacernos los días mejores unos a otros, actuemos de corazón y no por apariencias.

Las apariencias aumentan nuestras vergüenzas, no temamos a ser nosotros mismos, seremos aceptados o no, no importa lo que importa es ser, siendo no hay forma de ser rechazado, no ser es la clave del rechazo.