En algún momento en nuestras vidas nos vemos enfrentados a situaciones de las que antes quizá, no pensamos en formar parte. Otras veces experiencias conocidas nos llevan a desenlaces inesperados con los cuales es necesario tomar parte o dejarse llevar.
Estas experiencias nuevas nuevas desafían a nuestra razón y exigen decisiones para llevar nuestro comportamiento a buen fin, por esto se hace importante en la formación de las personas directrices y escalas valóricas adecuadas para que en todo momento se tenga una visión holística del momento y no confundir caminos.
Algunas personas caen en la fascinación y adoptan el comportamiento colectivo, el cual no necesariamente es parte de ellas mismas. Así también hay personas que no toman parte de estas nuevas experiencias porque no ofrecen algo que ellas hayan querido. Y por último la mayoría de las personas se encuentra en alguna medida involucrada con lo nuevo y a la vez atada con su propia experiencia de las cosas.
A mí parece, en el primero y en el último grupo de gente se generan riesgos a la sociedad. Cuando tomas la opción de comportarte como el colectivo dejas de la lado lo que eres, y tus acciones se generan obedeciendo a otras basales, el encontrar placer en lo que se está haciendo obnubila la mirada desde el interior y uno pasa a ser parte de las demás personas. Y respecto al grupo de aquellos que se encuentran explorando las situaciones nuevas es necesario que se tenga siempre presente quién es y de dónde viene, así se podrá agregar las nuevas experiencas sin perturbar el anterior "yo" de estas personas. Cuando el lazo con las experiencias propias es muy delgado, se carece del adecuado prisma para evaluar las nuevas experiencias y es el placer nuevamente el que determina las decisiones.
Creo que la juventud está constantemente frente a dilemas en los cuales se hace necesario poner énfasis en la reflexividad, en el "no dejarse llevar", en la comunicación, y en la confianza para transmitir los miedos y preguntas que surgen propios de una etapa de descubrimientos y búsqueda de identidad.
Este comportamiento se puede ver en cualquier etapa de la vida del hombre, siendo la especial característica gatillante la inmadurez que se tenga respecto de la experiencia nueva que nos toque enfrentar.
Espero que seamos concientes y que nuestra vigilia se desarrolle bajo los marcos que nosotros mismo hemos buscado y conciliado generando nuestra identidad. Espero que nuestra identidad sea una, que quienes nos conozcan no esperen algo distinto de nosotros, y que seamos responsables de nosotros mismos y responsables por quienes nos acompañan en nuestra vida.
sábado, enero 21, 2006
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1 comentario:
Diego, es interesante ese tema (necesito preguntarte algo de tipo técnico del blog, por favor escríbeme a mi email que aparece en mi blog, gracias)
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